Las bodas, además de ser una fiesta dónde se celebra el amor que se tiene una pareja, es un evento donde se reunen todos los seres queridos. Es un día especial donde estarán presentes todos (o casi todos) los amigos y familiares que rodean a la pareja. Nunca, nunca más, las parejas tendrán en un mismo lugar a tantas personas cercanas.
Por ello, es la ocasión perfecta para sacar todo lo que lleváis dentro, es el momento de decir lo que tenías guardado, es el instante de sacar del mismísimo corazón, todas las palabras que se merecen. Una dedicatoria, un agradecimiento o una anécdota vivida servirá para llegar a lo más adentro a cada uno de tus invitados y hacerles partícipes de la fiesta de vuestro amor.
Y así lo hicieron, Vero y Chiqui prepararon más de 200 tarjetones, uno para cada uno de sus invitados, todos ellos escritos a mano, de puño y letra, llegando al corazón a cada uno de ellos. En cada mesa, reposaban los tarjetones de cada uno de los invitados que allí se sentaban. Las reacciones no se hicieron esperar y en cuanto le fueron dando la vuelta, muchos de los presentes comenzaron a emocionarse, ¡genial!.
Junto con las tarjetas de agradecimiento y agarrada con una cuerda, se incluía una tarjeta de menor tamaño, por una cara una fotografía de la pareja, por la otra se informaba a los invitados que el dinero de los detalles se había destinado a una obra social.
Pero ahí no quedó todo, también estuvimos presentes en la barra libre y le fabricamos una colección de chapas personalizadas, con frases destinadas a los amigos, sacando una sonrisa a todos ellos.
Gracias Vero y Chiqui, por hacernos partícipes de vuestra gran boda…
